Metacomentario métrico. Poesía

Antonio Colinas: Canto VI de Noche más allá de la noche (1982)
Por Clara I. Martínez Cantón
Biblioteca LITTERA, 16/09/2018

Un comentario de texto debe hacerse con apoyo de materiales bibliográficos: primarios (el texto o textos que se comenta) y secundarios (estudios sobre ese texto que sirven de apoyo a la argumentación propia). Cuando se tiene acceso a estos materiales, es obligatorio referirse a la bibliografía usada, reconociendo las fuentes de que se toman las ideas de apoyo y las citas; no hacer esto se considera plagio, lo que es inaceptable para el estudio filológico y es, además, un delito. Aquí se hace un comentario con una bibliografía básica, propia de actividades de evaluación continua.

Un comentario de texto puede ser abierto (cada cual puede comentar los aspectos que crea pertinentes) o focalizado en ciertos aspectos a través de una o varias preguntas. Para hacer un comentario de texto, se pude seguir una aproximación por secciones (atendiendo a diferentes aspectos por secciones: contexto, temas, estilo, etc.) o ensayística (entrelazando los aspectos sin distinción en apartados). Aquí se ofrece un comentario abierto (porque no responde a una pregunta concreta), pero se estructura en secciones para organizar el análisis y tratar de la manera más completa los asuntos métricos que atañen a este poema. 

Asimismo, un comentario puede poner su foco en distintas facetas de un texto: en su significado, en su relación con otros textos, en su contexto histórico-literario, etc. En este caso vamos a realizar un comentario métrico, centrado en las características métricas de un poema. Aunque la métrica ha sido considerada en múltiples ocasiones como la parte técnica del verso y, por lo tanto, desvinculada de problemas de significación, aquí vamos a ver también su papel en la creación de sentido. Al analizar el verso, no debe obviarse la expresividad de los recursos métricos

Texto

¿Recordáis aún los muertos? ¿Recuerdas la ascensión

lenta hasta la caverna perdida de la diosa?

Amanecía en las piedras y, como una oración,

se abría el bosque sonámbulo, y se abría tu fosa.

Subir hacia la luz negra de lo sagrado,                          5

escarbar las cenizas, arrancar las raíces

cuando en tu propio cuerpo iba enraizando el hado

el temor y el tumor. Mas eran muy felices

ese otoño las Horas; subían a besar

la boca de la cueva, derramaban la vida                       10

entre la mar y el monte, sin querer reparar

en la muerte sembrada en una antigua herida.

[…]

Antonio Colinas, Canto VI de Noche más allá de la noche (1982)

Comentario de texto

1. Introducción  (1)

A) Contextualización poeta y época: (2)  
Este poema es el comienzo del sexto canto de Noche más allá de la noche, poemario de Antonio Colinas, cuya primera edición fue publicada en 1982 (Colinas, 1982). Se trata de un poeta de la llamada generación del 68 (los Novísimos), posterior a los poetas que realizaban poesía social, y que se caracteriza, entre otras cosas, por una apertura más internacional en los temas y un culturalismo marcado. No destaca ningún uso especialmente innovador en la métrica de estos poetas. Sí se suele señalar que después de pasar de una época de mayor uso del verso libre en los 70, a partir de los 80 hay una vuelta al endecasílabo y a los patrones métricos clásicos.

B) Contextualización poemario:
Antes de comenzar propiamente el comentario conviene hacer referencia al libro que lo contiene. Lo componen treinta y cinco cantos sin título, solamente precedidos por números romanos y un Post-scriptum. Cada uno de ellos se compone de 28 alejandrinos, excepto el Post-scriptum que cuenta tan solo con veinte, sumando entre todos ellos el número, no casual, de mil versos.

2. Escansión silábica (3)  
Como ya hemos indicado, el canto VI, al igual que los otros treinta y cuatro que conforman el libro, se compone de veintiocho versos alejandrinos, configurándose, por tanto, como un poema regular (4)  . Es comprobable en el fragmento que nos ocupa y cuya escansión pasamos a realizar de manera pormenorizada: (5)

¿Re-cor-dáis-aún-los-muer-tos? / ¿Re-cuer-das-laas-cen-sión                          7+7
len-tahas-ta-la-ca-ver-na / (6) per-di-da-de-la-dio-sa?                                  7+7 

A-ma-ne-cíaen-las-pie-dras / y,-co-mou-nao-ra-ción,- Ø                                 7+7 (6+1)
sea-bríael-bos-que-so-nám-(bu)-lo, (8)   /   y-sea-brí-a-tu-fo-sa.                      7 (8-1)+7

Su-bir-ha-cia-la-luz-Ø / ne-gra-de-lo-sa-gra-do,                                            7 (6+1)+7 (9)
Es-car-bar-las-ce-ni-zas, / a-rran-car-las-ra-í-ces                                           7+7
cuan-doen-tu-pro-pio-cuer-po / i-baen-rai-zan-doel-ha-do                             7+7
el-te-mor-yel-tu-mor.-Ø / Mas-e-ran-muy-fe-li-ces                                         7 (6+1)+7
e-seo-to-ño-las-Ho-ras; / su-bí-an-a-be-sar-Ø                                               7+7 (6+1)
la-bo-ca-de-la-cue-va, / de-rra-ma-ban-la-vi-da                                           7+7
en-tre-la-mar-yel-mon-te, / sin-que-rer-re-pa-rar-Ø                                       7+7 (6+1)
en-la-muer-te-sem-bra-da / en-u-naan-ti-guahe (9) -ri-da.                             7+7

El Alejandrino (10) es un verso compuesto formado por dos hemistiquios de siete sílabas cada uno, de forma que la pausa entre uno y otro funciona como la pausa final de verso, realizando una equivalencia entre finales llanos, agudos y esdrújulos de manera que siempre encontramos contamos, para fines métricos con una sílaba no acentuada que prosigue a la última sílaba tónica del hemistiquio o verso. La equivalencia de finales agudos con llanos lo podemos ejemplificar en numerosos casos de terminación en sílaba aguda en el fragmento, tanto en el primer como en el segundo hemistiquio: versos 1, 3 ,5, 9 y 11. También encontramos una equivalencia de un final esdrújulo a uno llano en el primer hemistiquio del verso 4: “se abría el bosque sonámbulo”(11) .

La pausa entre los dos hemistiquios supone que cada uno de ellos lleve acento, invariablemente, sobre la sexta sílaba, es decir, sobre las sílabas sexta y decimotercera del alejandrino (12) .

A) Licencias métricas
Respecto a las licencias métricas, como puede comprobarse la sinalefa se practica en todos los casos, tomando así la opción que suele darse por defecto en la métrica de la poesía española prácticamente desde el Renacimiento (13) . No encontramos, por tanto, ningún ejemplo de hiato, pero tampoco de diéresis. Sí es llamativo que encontramos dos ejemplos de sinéresis en el fragmento, que fuerzan la pronunciación para cumplir con las siete sílabas reglamentarias del hemistiquio. Es el caso de: A-ma-ne-cíaen (v.3), sea-bríael (v.4) (14) . Este último caso es llamativo porque encontramos la misma palabra “abría” en el mismo verso escandida en un hemistiquio como bisílaba (a-bría) y como trisílaba (a-brí-a) (15) .

3. RIMA
A) Esquema de rima y tipología
El presente poema, como queda patente en el fragmento seleccionado, es rimado con una rima consonante y alterna con el esquema 14A 14B 14A 14B   (16) . Está dividido el poema, por tanto, en estrofas de cuatro versos alejandrinos con rima consonante alterna, por lo que estamos ante un poema estructurado en serventesios (17) . El fragmento elegido son los tres primeros serventesios (18) .
La rima, como marca fónica de final de verso, contribuye a delimitar cada uno de ellos; sin embargo, dada la longitud de los alejandrinos y el carácter alterno de la rima, tal marca no suena de manera muy brusca (19) . En el caso que nos ocupa, los primeros 12 versos del canto VI, dos de las estrofas contienen rimas agudas (20) . En el caso Son muy significativas, por su aproximación semántica, rimas como ascensión-oración o sagrado-hado que nos remiten al campo del misticismo (21)

B) Rimas internas (22)
Cabe hablar de rimas internas, probablemente ocasionales, aunque muy significativas. En cualquier caso, inciden sobre el efecto acústico del poema. Son rimas que no consuenan pero sí asuenan entre sí. Aparecen, además en la terminación del primer hemistiquio (23) Cabe de los versos (omitimos otras coincidencias fónicas de menos interés): caverna (v.2), piedras (v.3), cueva (v.10). Es además llamativo que esta misma rima interna traba todo el poema en posiciones que no resultan tan relevantes, con palabras como: lenta (v.2) o negra (v.5).

4. ANÁLISIS ACENTUAL
El ritmo acentual, atendiendo a los dos heptasílabos que forman cada uno de los versos, no es regular a lo largo de poema, que combina los ritmos yámbico (acentos en sílabas pares), anapéstico (acentos en tercera y sexta sílabas) y mixto (acentos en primera, cuarta y sexta sílabas o primera y sexta) (24)  , tal como los define Domínguez Caparrós (2000: 145) (25) . (Aquí queda el análisis pormenorizado del acento Explicación (26) :

¿Re-cor-dáis-aún-los-muer-tos? / ¿Re-cuer-das-laas-cen-sión                    7+7
(3,4,6: anapéstico o yámbico/2,6: yámbico)   (27)
len-tahas-ta-la-ca-ver-na / per-di-da-de-la-dio-sa?                                 7+7
(1,6: mixto/2,6: yámbico) (28)
A-ma-ne-cíaen-las-pie-dras / y,-co-mou-nao-ra-ción,- Ø                          7+7 (6+1)
(4,6: yámbico/3,6: anapéstico)
sea-bríael-bos-que-so-nám-(bu)-lo, / y-sea-brí-a-tu-fo-sa.                        7 (8-1)+7
(3,4,6: anapéstico o yámbico/3,6: anapéstico)
Su-bir-ha-cia-la-luz-Ø / ne-gra-de-lo-sa-gra-do,                                    7 (6+1)+7
(2,6: yámbico/1,6: mixto)
Es-car-bar-las-ce-ni-zas, / a-rran-car-las-ra-í-ces                                   7+7
(3,6: anapéstico/3,6: anapéstico)
cuan-doen-tu-pro-pio-cuer-po / i-baen-rai-zan-doel-ha-do                      7+7
(4,6: yámbico/1,4,6: mixto)
el-te-mor-yel-tu-mor.-Ø / Mas-e-ran-muy-fe-li-ces                                  7 (6+1)+7
(3,6: anapéstico/2,6: yámbico)
e-seo-to-ño-las-Ho-ras; / su-bí-an-a-be-sar-Ø                                        7+7 (6+1)
(3,6: anapéstico/2,6: yámbico)
la-bo-ca-de-la-cue-va, / de-rra-ma-ban-la-vi-da                                    7+7
(2,6: yámbico/3,6: anapéstico)
en-tre-la-mar-yel-mon-te, / sin-que-rer-re-pa-rar-Ø                               7+7 (6+1)
(4,6: yámbico/3,6: anapéstico)
en-la-muer-te-sem-bra-da / en-u-naan-ti-guahe-ri-da.                           7+7
(3,6: anapéstico/4,6: yámbico)

El ritmo mayoritario es el yámbico, si bien en claro equilibrio con el anapéstico (29) .
Cabe señalar que es infrecuente que dos acentos recaigan en sílabas contiguas. Cuando lo hacen suele utilizarse como efecto estilístico. Es lo que sucede en los primeros hemistiquios de los versos 1 y 4, acentuados en las sílabas 3,4, y 7. En el caso del primero de los versos es clara su intención de señal de estilo para resaltar el comienzo del poema. Uno de estos dos acentos contiguos sería señalado como antirrítmico. En este caso es difícil decir cuál, ya que estamos en un poema no regular acentualmente. Lo mismo sucede con los acentos extrarrítmicos, se hace difícil decir cuáles ejercerían de extrarrítmicos cuando no es homogénea la acentuación. Quizás sea el verso 7, que termina con el hemistiquio “i-baen-rai-zan-doel-ha-do” en el que más fácil podamos decir que la sílaba primera (i), contiene un acento extrarrítmico, siendo entonces el hemistiquio yámbico y rítmicos los acentos en 4 y 6 (30) .

5. ANÁLISIS DE LA PAUSA Y EL ENCABALGAMIENTO
Predomina en este fragmento la esticomitia, si bien encontramos algunos ejemplos de encabalgamiento y enlace (31) . El encabalgamiento versal más claro en este fragmento del canto VI se dan entre los versos 1-2 (la ascensión / lenta). Es un encabalgamiento sirremático (según la clasificación de (Quilis, 1964) (32) y suave, que separa un sustantivo de su adjetivo calificativo (33) . No es casualidad que de nuevo se remarque estilísticamente, por medio del encabalgamiento el primer verso. También existe encabalgamiento, que separa a un verbo de su suplemento, entre los versos 11-12: sin querer reparar / en la muerte sembrada. Es también suave y sirremático. Encontramos un número mayor de enlaces, llamados así por Spang (1983) (34) , y que se dan entre sujeto + verbo y verbo + complemento directo, rompiendo también unos elementos con cierto grado de cohesión, pero que Quilis no consideraba como sirremas. En este caso son: eran muy felices / ese otoño las Horas (vv.8-9; subían a besar / la boca de la cueva (vv.9-10).
Solamente encontramos dos encabalgamientos mediales (35) entre los hemistiquios de un mismo alejandrino (versos 2 y 5), que separan en los dos casos un sustantivo de su adjetivo, siendo por tanto sirremáticos. Son además de carácter suave. Sus valores estilísticos son mucho más amortiguados que en el caso de los encabalgamientos versales. El dislocamiento entre ritmo métrico y ritmo de frase que supone el encabalgamiento, para darse tiene que ser claramente perceptible, y la percepción queda muy aminorada auditiva y visualmente en el caso del encabalgamiento medial.
La característica que resulta más llamativa de estos encabalgamientos sustantivo + adjetivo que hemos visto es la de poner el foco en el sustantivo que aparece a final de verso o de hemistiquio, dotándole de mayor entidad semántica dentro del sintagma. También ponen de relevancia el adjetivo que queda desplazado a la siguiente unidad rítmica (36) .

6. FORMA POÉTICA
El fragmento propuesto está formado por 12 versos alejandrinos que siguen un esquema de rima consonante ABAB, es decir, el poema tiene una organización estrófica en estrofas de cuatro versos, en este caso serventesios (37) .

7. CONCLUSIONES
El análisis métrico de este pequeño fragmento revela muchas de las claves compositivas del poema y de este libro, Noche más allá de la noche, tan relevante para la trayectoria poética del autor. La clara voluntad métrica del poeta marca también un estilo clásico, sobrio, pero a la vez en busca de una sonoridad propia (38) .

BIBLIOGRAFÍA (39)

Colinas, A. (1982). Noche más allá de la noche. Madrid: Visor.
Domínguez Caparrós, J. (2000). Métrica española. Madrid: Síntesis.
Quilis, A. (1964). Estructura del encabalgamiento en la métrica española. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, patronato“ Menéndez y Pelayo,” Instituto“ Miguel de Cervantes,.”
Spang, K. (1983). Ritmo y versificación: teoría y práctica del análisis métrico y rítmico. Murcia: Universidad de Murcia.

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Metacomentario 1

Aunque el comentario sea abierto
conviene hacerlo lo más ordenado posible. En
este caso vamos a poner una introducción y
luego pasaremos a estudiar cada uno de los
elementos métricos

Metacomentario 2

Es básico contextualizar, aunque sea mínimamente el texto que vamos a comentar. De hecho esta contextualización va a resultarnos muy útil para llegar después a ciertas conclusiones, ya que será más lógico buscar patrones clásicos en una generación o época que sabemos que se usan.

Metacomentario 3

En un comentario métrico conviene siempre referirse a:  la sílaba, el acento, la pausa, la rima y la forma del poema.

Metacomentario 4

Medir los versos nos permitirá saber qué tipo de versos componen el poema, con su nombre. Hay que especificar también si se trata de un poema regular o irregular.

Metacomentario 5

En un comentario métrico
pormenorizado deben separarse los versos en
sílabas métricas para permitir que se vea de qué
manera se ha hecho la división en sílabas.

Metacomentario 6

En el caso de versos compuestos
debe separarse cada hemistiquio por alguna
marca visible. En este caso se ha optado por una
barra diagonal. 

Metacomentario 8

Para marcar las sílabas que no se
cuentan en el recuento métrico por equivalencia de finales, en el caso de los versos esdrújulos aquí se ha optado por poner entre paréntesis la sílaba postónica. Se pone entre paréntesis la postónica y no otra porque es la que tiene menor relevancia fónica, hasta el punto de no contar para la rima
asonante.

Metacomentario 9

Para reflejar la equivalencia de
finales se pone entre paréntesis las sílabas
métricas más o menos aquellas producidas por la equivalencia.

Metacomentario 10

Es importante decir el nombre de
los versos que componen el poema o fragmento a comentar y sus peculiaridades (acentuación fija o variable, simple o compuesto, etc.)

Metacomentario 11

Es necesario comentar los casos
en los que ha habido equivalencia de finales
agudos o esdrújulos con llanos.

Metacomentario 12

Se siguen explicando más
peculiaridades del alejandrino, como las pausa
fijas a final de verso y hemistiquio

Metacomentario 13

La sinalefa es la opción por
defecto, hay que resaltar esto para comprobar el resto de licencias posteriormente.

Metacomentario 14

Especificar si hay casos de
diéresis, sinéresis y dialefas.

Metacomentario 15

Se debe hacer alusión también a
cualquier otra peculiaridad que se haya
descubierto en el análisis, como que una misma
palabra se escanda de dos modos distintos en el mismo verso.

Metacomentario 16

Es esencial dar el tipo de rima y su
esquema. El esquema, si se repite de una estrofa en otra se da solo de la estrofa y se indica que se repite. Si no es así se debe dar de todo el poema
(o fragmento). 

Metacomentario 17

El tipo de verso, el número de
versos y el esquema de rima nos dan la clave
para saber ya la estrofa o estructura del poema ante el que nos encontramos.

Metacomentario 18

Dar el nombre de la estrofa y
cuántas hay, aunque esto también se vaya a
tratar en el apartado de tipo de composición
métrica 

Metacomentario 19

Se pueden señalar peculiaridades
estilísticas de la rima, como su sonoridad.

Metacomentario 20

Se debe señalar si existen rimas
agudas o esdrújulas, por su particularidad.

Metacomentario 21

Se explican más peculiaridades
estilístico-semánticas. 

Metacomentario 22

Debemos fijarnos si existen y si
tienen alguna regularidad. Normalmente su valor es más estilístico que métrico, pero conviene resaltarlo.

Metacomentario 23

En un verso compuesto como el
alejandrino es muy importante fijarse si hay
rimas al final de los hemistiquios, porque es una posición destacada.

Metacomentario 24

Ritmos principales que
encontramos en el fragmento analizado. 

Metacomentario 25

Decir qué metodología estamos
utilizando. En este caso seguimos la indicada por Caparrós en Métrica española 

Metacomentario 26

.Se debe realizar un análisis
acentual sobre los versos ya escandidos
silábicamente. 

Metacomentario 27

Se debe indicar en qué sílabas
recaen los acentos y qué tipo de versos producen.

Metacomentario 28

El análisis acentual se marca por
hemistiquios en el caso de versos compuestos, no por versos

Metacomentario 29

Se debe hacer un resumen crítico
de lo que hemos encontrado en nuestro análisis.

Metacomentario 30

Hay que hacer referencia en este
resumen a los acentos extrarrítmicos y sobre todo antirrítmicos. Los antirrítmicos suelen tener alguna relevancia estilística

Metacomentario 31

Después de analizar uno a uno
todos los versos tendrás que resumir si
predominan los versos esticomíticos o
encabalgados.

Metacomentario 32

Se debe señalar la teoría que sesigue

Metacomentario 33

Se debe explicitar qué tipo de
encabalgamiento es, según unidades separadas y
longitud del fragmento separado.

Metacomentario 34

Si se quieren también marcar las
separaciones de sujeto, complemento directo y
verbo cabe hablar de enlaces. 

Metacomentario 35

En los versos compuestos hay que
ver también y analizar los encabalgamientos
mediales

Metacomentario 36

Dado que el encabalgamiento es
un fenómeno estilístico principalmente siempre
que veamos algún efecto es bueno señalarlo. 

Metacomentario 37

Con la información extraída
durante todo el análisis debemos ser capaces de saber, con la información del tipo de verso, la rima y su agrupación, el tipo de composición poética.

Metacomentario 38

Siempre poner algo, aunque sea
breve, que diga qué importancia puede tener
realizar este análisis métrico para la mayor
comprensión del poema, autor, libro, época, etc

Metacomentario 39

Si se ha nombrado bibliografía hay
que ponerla al final del comentario.