La litotes o litote se conoce también en retórica como atenuación. El término procede del griego litos, que significa ‘sencillo’ o ‘pequeño’. Expresa de manera atenuada una idea por medio de la negación de su contrario. Hay litotes, por ejemplo, cuando alguien dice que no desconoce el problema para dar a entender que es perfectamente conocedor de la situación, o que no es feo, cuando quiere decir más bien lo contrario. La litotes está próxima al eufemismo, a la hipérbole y a la ironía, según el contexto. Cervantes la utiliza en La Galatea cuando escribe: “fui yo nacida y criada, no en tan baja fortuna que me tuviese por la peor de mi aldea”. El lugar retórico de este procedimiento no queda claro: algunos autores la sitúan entre los tropos y otros entre las figuras oblicuas o de atenuación. Pero su empleo aporta siempre matices que de otra manera se perderían con la afirmación.